De afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera de la cancha todo fue emocionante en Los Tarcos. Claro que los jugadores fueron los que brindaron las emociones más intensas. La final que Huirapuca le ganó a Tucumán Rugby por apenas un punto -y también todos los duelos previos- tuvo en los alrededores un marco excepcional para un partido definitorio del Regional del NOA. La jornada comenzó con sol pleno y terminó por la noche, con claridad por la impecable iluminación que posee el club anfitrión.

Con el parámetro de lo que se vive en el tradicional “Seven de Tafí del Valle”, los organizadores dotaron a la definición del torneo “Julio Vicente Coria” del espíritu socio-deportivo. Stands, juegos de destreza, música, food trucks para todos los gustos vistieron de gala los costados de la cancha.

Y cuando llegó el momento de jugar, los protagonistas estuvieron a la par del espectáculo. Se lo robaron, por cierto. Sobre todo por el lado del campeón, sabían que iban a estar en sintonía con las emociones que venían desde afuera. “No dudamos ni un segundo que éste torneo iba a ser nuestro”, afirmó Gabriel Herrera. El capitán de Huirapuca destilaba seguridad. Incluso cuando llegó ese try de Tucumán Rugby al minuto de juego, Herrera sabía algo que las miles de personas que presenciaban el partido no. “Se notaba en la cara de los chicos cuando estábamos en el vestuario y en el mismo partido. Todo el tiempo, siempre creímos que nunca se nos iba a escapar”, insistió.

“Todo el año se soñó con el título y cada fin de semana se vivió como el último”, expuso Isaías Montoya Belloto. Las palabras del otro centro del equipo le dan más sentido a las del capitán al tiempo que sustentan el discurso del entrenador campeón, Tristán Molinuevo. “El compromiso fue clave. Nosotros empezamos muy mal el año, con poca gente. Después se sumaron los chicos que no faltaron más”, destacó con tono contundente el ex apertura. 

A Molinuevo le quedó un sabor inolvidable porque además de conquistar su primer título en la modalidad de 15 jugadores -ganó varios en seven- tuvo a su hijo, Juan Manuel, en un excelente nivel durante todo el Regional. “Fue muy responsable y dedicado, dejó todo para jugar este año”, explicó el papá del también apertura que fue fundamental en la final, no sólo al momento de patear hacia la hache. “Su mirada de juego fue importante también. Lo necesitábamos así y él lo sabía; no hacía falta que se lo recordara”, explicó Molinuevo. 

Y agregó: “Huirapuca tuvo un carácter tremendo. Una defensa feroz por momentos, el scrum y el line fueron mejorando. Nos llevamos un partido merecido porque los buscamos hasta el final”.